La línea como unión: En los grabados japoneses el color y la línea se relacionan desde el equilibrio, el aire que pasa a través de estos da una sensación de amplitud, la línea contiene este aire que se escapa entre el color y el movimiento de los ropajes. En el Mundo que fluye la línea es movimiento, rapidez, precisión y dramatismo. De este modo se piensa la construcción de la ilustración como un paso a paso sobre lo que va apareciendo. Es por esto que se decide trabajar con acuarelas, ya que estas permitían ver la suma de las capas por medio de las transparencias. Siguiendo con la filosofía del Mundo que fluye, se decide reproducir fragmentos de los grabados japoneses, los cuales fueron impresos en papel diamante.